Cuando hablemos a continuación de valoración de empresas, nos estamos refiriendo tanto a valorar una sociedad de capital, una parte de ellas o cualquier negocio o explotación económica desarrollada por cualquier otro tipo de entidad.
Cuando valoramos una empresa lo que estamos haciendo es aplicar los conocimientos técnicos necesarios, que junto a la experiencia del valorador y mediante un ejercicio de sentido común nos permite obtener un valor de referencia tanto para comprador como para vendedor. Por tanto las valoraciones de empresas no son una ciencia exacta, sino un ejercicio basado en la experiencia y en el empleo de hipótesis razonables, que contienen cierta dosis de subjetividad, por tanto no nos es posible asegurar que terceras partes obtengan con los mismos datos el mismo valor de empresa.
Hay que tener en cuenta que estamos hablando de valor, ya que hay una importante diferencia entre valor y precio. Una empresa puede tener diferente valor para comprador o vendedor y también para diferentes valoradores. Siendo el precio la cantidad por la que se realiza una transmisión entre un comprador y un vendedor.
En nuestras valoraciones obtendrán un valor de referencia que les servirá tanto al comprador como al vendedor en sus negociaciones para poder llegar a realizar una transmisión de la empresa que corresponda a un precio determinado. Normalmente el precio al que se realiza la transmisión es un importe intermedio entre el valor del comprador y el valor del vendedor.
Normalmente podemos necesitar una valoración de empresas en los siguientes supuestos:
Aunque según la comunidad científica los métodos más utilizados son los de descuento de flujos de caja, por tanto se recomienda no utilizar en exclusiva y dependiendo de la empresa a valorar se suele utilizar otro tipo de métodos de valoración, como puede ser la valoración por múltiplos, o en una empresa cuyo activo principal son inmuebles se pueden utilizar el valor contable ajustado o el método de la triple NAV.
Por tanto de debido a que cada método de valoración tiene unas ventajas o inconvenientes en su aplicación, y debido a la variedad de tipos de valoración, es recomendable utilizar siempre que sea posible un par de métodos de valoración con la finalidad de obtener un valor del negocio, o mejor un rango de valores, lo más razonable posible.
En estos métodos cabe destacar que:
Estos métodos valoran la empresa partiendo de su balance y de sus resultados. Entre estos métodos encontramos:
Se basan en los fondos de comercio (Goodwill) o en los dividendos de la empresa. El fondo de comercio representa los elementos intangibles que normalmente no están representados en la empresa y que aporta ventajas frente a terceros. cómo por ejemplo son las marcas, la clientela, su ubicación o el liderazgo sectorial.
Estos son métodos estáticos que tienen en cuenta tanto el valor de sus activos como un importe por las plusvalías esperadas.
Son métodos sencillos, rápidos y prácticos.
Los métodos de valoración por múltiplos, son métodos también llamados comparativos. Es decir, que se valora a la empresa a través de ratios determinados en comparación con otras empresas semejantes.
Los pasos a seguir para realizar una valoración por múltiplos son los siguientes:
Es un método de valoración muy utilizado como complemento del descuento de flujos de caja. Algunos de estos múltiplos son los siguientes:
Este es el Método de Descuento del Flujo de Cajas. En este método se calcula el valor de los flujos de efectivo esperados en la empresa actualizados a una tasa de descuento apropiada.
Para la aplicación de este método se procede a estudiar los datos históricos de la empresa y del sector en el que desarrolla su actividad, y a partir del conocimiento de la empresa y del sector se realiza una proyección, normalmente a cinco años, de los resultados de explotación, a partir de los mismos se obtiene los flujos libres económicos, se calcula la tasa de descuento que se aplica para actualizar a la fecha de valoración los importes obtenidos y asi aplicando el procedimiento matemático correspondiente se obtiene el valor de la empresa.
Aunque es el método más utilizado por la mayoría de valoradores, no está exento de riesgos y debilidades, por tanto hay que tener muy en cuenta a la hora de realizar las valoraciones: